«Nadie puede juzgar, nadie, a menos que con toda honestidad pueda contestar que en una situación similar no hubiera hecho lo mismo.»
-Viktor E. Frankl. Del libro «El Hombre en Busca de Sentido».
Ya sé que está muy cortita. La recordaba más larga. Siempre me hacía ideas de que decía algo así como: «Para juzgar a alguien tendrías que haber caminado en sus zapatos desde el día en que nació (o sea, no se puede). La realidad de cada quien es distinta y las decisiones que tomamos tienen su origen en todas las experiencias vividas, en cada recuerdo, en cada suceso, en cada momento. Pero ahora que la busqué para compartírselas, sólo decía eso.
Sin dudas es una frase que me llegó bien profundo.
Aunque ahora que lo pienso bien, la lectura llegadora no sólo es la frase que hoy les comparto, sino que todo el libro de donde viene lo es. Lo leí en una clase de psicología y creo que en todas las escuelas se debería de encargar leerlo. Es un imprescindible. Es una historia de la vida real que dio origen a una de las terapias psicológicas más importantes.
Para nuestros ejercicios llegadores, que les parece que nos enfocamos en la frase esta vez. Algo nos querrá decir en estos momentos. Y si tienen oportunidad de leer el libro completo, seguro encontrarán muchas más lecturas que les lleguen directo al corazón.