Esta Navidad en mi casa va a ser diferente. Mis hijos mayores ya saben «lo de Santa». ADEVRTENCIA: Si NO sabes que es «lo de Santa», ALTO! Cierra esta ventana. No sigas leyendo, por favor.
Uf! No vaya a ser que yo le informe a alguien que aún no tiene que ser informado de eso. Pero bueno, volviendo a lo de nuestra Navidad en casa. Pues si … Hace unos días hablamos, mi esposo y yo con nuestros hijos mayores, 12 y 10 años (bastante grandecitos). El año pasado me opuse rotundamente a que nosotros fuéramos los «demoledores de la ilusión». Pensaba que ellos lo tenían que descubrir solos y que la conversación la tenían que iniciar ellos. Sin embargo, cuando empezamos este año con lo de la cartita a Santa me di cuenta de que ya nos estábamos haciendo locos todos. Además, los regalos que querían eran demasiado como para ser simplemente una ilusión. Cuando piden un mono de nieve, como el menor de mis hijos, sabes que aún es una cosa mágica. Pero cuando te preguntan que qué les vas a comprar tu de regalo, para ver qué ponen en la cartita, como que la cosa ya no es tan inocente. Y cuando sabes que lo de la cartita son iPhones, Play Stations 4, o un Xbox, seguramente ya no estamos pensando que los duendes los construirán en el Taller de Santa.
Pero como quiera, aunque yo sabía que ellos ya sabían, sentí como si una parte de mi propia ilusión se esfumara en el momento de sincerarnos. La verdad no fue nada agradable darles la noticia. Sobre todo al de 10, que aunque ya había escuchado «lo de Santa» entre sus amigos y como que las cosas al respecto ya no tenían tanto sentido como antes, siento que de alguna forma quería seguir creyendo aunque no pudiera entenderlo ni explicarlo. Como si se aferrara, como yo, a esa ilusión, a ese calor en el corazón que se siente al sólo pensarlo. Mi hija de 12 ya sabía perfectamente de lo que hablábamos.
Por mi parte, el saber que ellos creían, alimentaba mi propia ilusión. Sin embargo, fui cuidadosa todo el tiempo, nunca les quise hacer una figura tan «real» o concreta, como el Santa vestido de rojo. No quería que algún día me tacharan de haberles mentido. Siempre que me preguntaban por Santa, les contestaba con una pregunta, -«¿y tú que crees?» Lo que creyeran era aceptado. Cuando me tocaba a mi responder, simplemente decía que yo pensaba que era un enviado de Jesús para recordar su nacimiento y que los regalos eran porque Jesús quería compartir con todos los niños la felicidad de estar entre nosotros. Por eso nunca hubo amenazas de que «si te portas mal no te va a traer nada Santa.» No podía decirles eso! Nunca quise que pensaran que Dios castiga, o que todo el tiempo los está viendo para juzgarlos. Al contrario, siempre les dije que Jesús es tan bueno que no podía dejar a alguien sin regalo, ni siquiera a los niños que se portan mal. Obviamente, escucharon las historias del pedazo de carbón y todo eso, pero no se las creían.
Espero haber hecho un buen trabajo. Lo que pensaba decir si es que se enojaban o preguntaban que porqué les había mentido era que en realidad nunca habíamos querido mentir. Por eso no promoví la idea del Polo Norte, ni del Santa Rojo, ni de los renos. Si ellos decían que lo creían, estaba bien. Tampoco abusé del regalo para «hacer que se portaran bien». Por otro lado, creer en Santa es algo tan bonito, que no podía pensar en que se lo perdieran. Y que después de todo, el Santa del que yo les contaba, del enviado de Jesús para recordar su nacimiento si existe y que somos nosotros, su papá y su mamá. Estos enviados que no podían dejarlos sin regalo a pesar de todo. Estos dos que lo único que quieren es que se enteren del mensaje de Jesús donde les dice que siempre serán amados.
Y bueno, ahora que ya lo saben mis hijos grandes, como que todos nos aferramos a la ilusión del más pequeño para seguir creyendo. Es bien bonito ver cómo ellos ahora le ayudaron a hacer la cartita y le cuentan todas las cosas que van a pasar en Navidad. Ahora somos cómplices. Es una forma diferente de mantener la esperanza viva, ahora casi todos del mismo lado. Y seguramente cuando sea el momento en el que todos sepamos «lo de Santa» encontraremos la forma de que nuestra ilusión siga existiendo.
Con cariño,
Ana Caballero
4 respuestas a “Ya saben «lo de Santa»”
Ay Ana, quisiera compartir en un solo comentario todo lo que sentí al leerte pero no quiero aventarme un ensayo en tu blog jaja solo quiero que sepas que eres de gran inspiración, y me da gusto saber que no solo para mí. Te mando un fuerte abrazo y que pasen un muy muy Feliz Navidad!!!
Pues tu aviéntate tu ensayo, jeje. Muchas gracias por tus palabras Michelle. Es un gran cumplido viniendo de ti. También admiro mucho tu trabajo y me ha inspirado igualmente. Te mando un gran abrazo y te deseo lo mejor de lo mejor para estas fiestas y todo el Año por venir. Que todos tus deseos se hagan realidad y que vengan muchas bendiciones para ti y tu linda familia.
Ana, que linda manera de pensar. Tu familia, e incluso nosotros, somos afortunados de tenerte.
Felices Fiestas
Ay Gaby! Qué linda! Muchas gracias por tus palabras. Felices fiestas para ti también y un Año Nuevo lleno de amor y prosperidad. Recibe un abrazo y mis mejores deseos.