Dar el primer paso hacia una vida más saludable

Últimamente he platicado mucho del primer paso que di en mi casa cuando noté que no llevábamos una vida tan saludable y mis hijos estaban sufriendo las consecuencias. Una bebé que padeció reflujo hasta ya grande y un bebé que se enfrentó a alergias que estuvieron a punto de convertirse en neumonía. Gracias a Dios con mi tercer hijo no sufrimos nada de eso porque ya íbamos bien encarrilados.

Y ahora que leo mi primer párrafo me doy cuenta de que no cuento lo que me pasaba a mi. El cambio lo hice por mis hijos. Yo pensaba que gozaba de buena salud, hasta que noté que al ir cambiando cosas por mis hijos, a mi me dejaban de pasar algunas cosas que yo ya había asimilado como normales; reflujo de grandes, síndrome del intestino irritado, granitos en los brazos, cansancio constante entre otras cosas. Todo eso se esfumo sin darme cuenta porque la «enferma» no era yo.

Pero hoy, te puedo decir que ser mamá es lo mejor que me ha pasado, porque al hacer cosas por mis hijos mi vida ha dado un giro muy grande. Los cambios no fueron tan drásticos ni tan espectaculares como los que ahora parecen ser la única salida. Solo empezamos a agregar frutas y verduras a nuestros días y listo. Eso hizo que poco a poco fuéramos sustituyendo alimentos industrializados por otros que nos convienen más.

Mi primer paso hacia una vida más saludable fue tomar la decisión de incluir más frutas en la alimentación de mis hijos dándoles fruta en su snack de la tarde después de sus clases de natación. No había forma de que rechazaran lo que les servía en el plato después de las clases tan intensas que se aventaban en el agua. Por supuesto que no había otra opción al alcance, porque e haberla habido estoy casi segura de que mi plan habría fallado.

Después vino preparar las comidas normales a las que ya estábamos acostumbrados con más vegetales. Que si unas quesadillas, pues van con lechuga y tomate al menos. Que si un picadillo, pues le ponemos 500 grs de carne y 2 kilos de verduras bien picadas (alcanza para dos comidas en una familia de 5).

Y así me la llevé, pasito a pasito, suave suavecito, pero sin quitar el dedo del renglón. Tampoco soy la madre Teresa de las verduras, pero me siento bastante bien con lo que hemos logrado en casa.

**Este post fue impulsado por #the100dayproject … Una buena oportunidad para volver a contar mi historia en este espacio. Extraño bloguear. Así que mi proyecto es #100daysofbloggingagain … A ver cómo me va :).**

La foto es de un snack frutal, de esos motivados por llevar una vida más saludable que me recordó mis primeros pasos en esto ;).

sandía (1 de 1)

El hermoso plato es de @vangeysucalixta

 

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