¡FELIZ 2018! Lo sé, ya voy atrasada (otra vez). Ya casi es mitad de Enero y apenas estoy posteando la felicitación del Nuevo Año. Pero como en otras ocasiones … «más vale tarde que nunca». Muchas Gracias por su paciencia y por seguir leyendo este espacio que escribo con muchísimo cariño.

El 2018 lo he recibido con una actitud diferente a la que recibí el 2016. En aquel entonces, me decidí a levantarme tarde porque estaba cansada de que cada que iniciaba un año me obligaba a ser otra persona. Y qué si esa vez quería darme permiso de ser yo nada más y de regalarme los 5 minutos extra que siempre me robaba el despertador. Y no, no me voy a obligar a muchas cosas este año, pero ya no estoy cansada. He aprendido a quererme así como soy y a darme permiso de ir más lento. Eso cambio las cosas para bien y me ayudó a descansar de mi auto-presión de cada año nuevo.

Ir más despacio me ha ayudado a saborear más cada momento y a ser más productiva, aunque pareciera lo contrario. El 2017 lo terminé haciendo ejercicio porque unos meses antes me puse una meta que pude conquistar hasta el día 31 de Diciembre. Así que 2018 empieza con una yo que hace ejercicio. Pero no solo porque es un año nuevo y hacer ejercicio es de los propósitos «trending», sino porque hace unos meses lo decidí y poco a poco he buscado maneras de mantener mi resolución.

No creo más en el día mágico en el que todo empieza (1 de Enero), sino en que poco a poco vamos haciendo lo que nos haga sentir mejor y lo vamos integrando a nuestras vidas. Pero como quiera me sigue dando mucha ilusión que llegue un AÑO NUEVO y que otro termine. Así, podemos hacer el recuento de lo que hemos logrado en un ciclo y proponernos mejorar el siguiente ciclo. Lo sé, suena contradictorio. La diferencia es, creo yo, que no me lleno de expectativas para empezar todo el mismo día, sino que voy paso a paso. Ahora estoy tratando de mantener el ritmo en ciertas cosas, y cuando las vaya logrando palomeo y le sigo con otras. Algo así es, jeje.

Pero como sea, espero que el 2018 los llene de momentos felices.

Les comparto lo anterior porque eso hago y no porque pretenda que todos vayan más despacio. Eso me ha funcionado a mí, pero seguro que para cada quien es diferente. Lo importante es que ahí vamos a tratar de descifrar que nos viene mejor.

Mis mejores deseos para ustedes y sus familias.

Ana