¡Hola, hola! ¿Cómo están?
Acabo de ver un documental de Netflix que les quiero recomendar. Nos salió a mi esposo y a mí como sugerencia porque habíamos visto Los Minimalistas, que también les recomiendo. Es la aventura de una familia de surfistas narrada por un niño, Given. GIVEN es el nombre del documental y del niño. La producción es increíble. Los paisajes, las tomas, la edición, la música … ¡todo! Y seguramente la experiencia debe de ser fantástica también (sin dudas).
Uno de los mensajes con los que me quedo es una frase que dice Given: «Si las mamás y los papás no enseñan lo que saben, las tradiciones se perderán.»
En algún momento sale la historia de un peruano que recolecta sal de la forma tradicional del lugar. Al final menciona que es el único que recolecta sal de esa forma en la actualidad. ¡El único!
Si me conocen de algunos posts atrás, se imaginarán en lo que pienso cuando se habla de enseñar las tradiciones. Así como a Given le enseñan sus padres tradiciones importantes para ellos relacionadas con el surf y su estilo de vida, para mi es muy importante enseñar lo que sé de la cocina, que es lo que me encanta. Son las tradiciones que yo puedo dejar. Cada loco con su tema, ¿cierto? Y no solo le enseño a mis hijos, sino que a todo el que se anime a aprender. Sé que no soy la cocinera milenaria que sabe todos los secretos tradicionales. Pero me encanta estudiar acerca de eso y lo respeto mucho aunque en muchas recetas he simplificado el proceso, lo confieso. También me parece muy importante que no veamos en la dificultad un obstáculo para animarnos a crear en la cocina (ya con la lavada de trastes tenemos).
Pero quizá lo que ustedes no sepan de mi es que cuando era niña tenía un talento especial para dibujar. Ese talento está muy empolvado y se le han desarrollado miedos y prejuicios alrededor porque nunca lo alimenté y pensaba que era poca cosa (porque así me lo hacían ver). Pero ¿adivinen quiénes parece que lo heredaron? ¡Sí! ¡Mis hijos! Los tres. Así es que desde hace un tiempo, mi esposo y yo, nos hemos dado a la tarea de alimentar ese talento. Pensamos que es muy importante que nuestros hijos sepan que su talento es algo especial y que los apoyamos si lo quieren desarrollar.
No somos los papás surfistas del documental, tan aventureros. Sin embargo, si creo que somos algo revolucionarios (para la sociedad en la que vivimos -Monterrey-), como para pensar que algún día nuestros hijos podrían convertirse en músicos, ilustradores o lo que sea que les guste, por divertido y poco convencional que parezca. No creo que podría obligar a mis hijos a estudiar una carrera administrativa en cualquier universidad de prestigio si no es lo que quieren sólo por la idea de que les asegura su futuro. Creo en los sueños y que poco a poco nos deslizamos hacia el camino para cumplirlos, aunque no sea lo esperado. Y creo que ese camino es el que da más satisfacción y felicidad por difícil o intransitado que parezca. Qué mejor si apoyamos a nuestros hijos a ir por ese camino desde temprano, ¿no crees?
En otro post te contaré de cómo hemos tomado el dibujo como una actividad familiar y los niños van mejorando increíblemente sus habilidades ;).