La avena es uno de esos cereales que son tan buenos, pero que no sé porqué crecí pensando que no era algo rico para comer. Bueno, creo que tengo una idea … Quizá sea porque lo relaciono con las veces que escuchaba que los adultos alrededor decían que comerían avena porque tenían que bajar de peso. Sonaba a un gran sacrificio tener que comer eso! Y así como que se viera tan bonito, pues la mera verdad no. Al contrario, siempre era algo viscoso que olía raro y no se antojaba. Por supuesto que a los niños no nos compartían muy seguido, porque era el desayuno de «la dieta».

Después, cada que veía escenas en películas en donde alguien servía del otro lado de una barra algo asqueroso de comer, me recordaba a la famosa avena para adelgazar. ¿Quién en su sano juicio comería eso?

Cuando me convertí en mamá, seguí guardando mi distancia con la avena, por algún tiempo. Pero un buen día, me volvió a llamar la atención. Mientras más me informaba de nuevas opciones para cocinar en casa, que fueran saludables para mis hijos, la avena aparecía muchas veces. Y así empezó nuestra «amistad». Hice borrón y cuenta nueva. Aunque cuando se las servía a mis hijos, siempre pensaba que la rechazarían o que se la comerían a fuerza. Sin embargo, nunca hice ningún comentario. Estaba preparada para que no les gustara y lo aceptaba, porque a mi misma no me terminaba de encantar aunque supiera de sus bondades y haya hecho las paces con ella.

Nunca nadie se quejó. Es más, mis hijos hacen fiesta cada que hay avena para desayunar. Bueno, tampoco tanto como fiesta, pero si les gusta mucho y hacen expresiones de aceptación muy notorias. -«Mmmmh! Avena!» se escucha por ahí. Aún así sigo con un poco de reservas, pero que cada vez van desapareciendo más y más.

Por eso, hoy les quiero compartir esta receta de Avena, para que siempre les quede muy buena y le den gusto a todos. La aprendí de Jamie Oliver, ya saben que soy 100% fan. Me encantó cómo la prepara él porque es a prueba de errores. Antes de ver su forma de cocinarla, yo añadía azúcar o miel durante la cocción y a veces leche o alguna lechada, pero muchas veces se me pegaba a la olla. Lo que hace diferente Jamie (jaja, mi amigo), es que la cuece sólo con agua y después añade el sabor. Yo sigo añadiendo la manzana desde el principio, porque me gusta cocida junto con la avena, pero ahora, además agrego manzanas frescas u otras frutas justo antes de comerla. De esta forma, cada quien le agrega miel, manzanas, fresas, un poco de mermelada o lo que sea a su avena. Esto me gusta mucho, porque cada quien pone su toque especial y la convierte en su creación.

Avena Básica y Deliciosa

Ingredientes

• 2 tazas de avena (para 4 personas aprox.)
• 3-4 tazas de agua
• 1 manzana cortada en cuadritos (opcional)

Extras (opcionales)

• miel
• canela
• cocoa
• manzana en cuadritos
• fresas en cuadritos
• nueces
• mermelada de furtas
• leche o lechadas (de la que prefieras)

Procedimiento

1. Enjuagar muy bien la avena con agua, antes de ponerla a cocinar. Se puede poner a remojar unos 30 minutos o una noche antes. Dicen que es mejor, pero a mi se me olvida mucho hacer eso. Además es de esos platillos que preparo si se me hizo tarde o se me acabaron las ideas. Cuando no me organizo muy bien, pues :s.
2. En una olla, agregar la avena enjuagada con 3 tazas de agua. Es probable que si la remojas, necesite menos agua para la cocción. Y dependiendo de si te gusta más aguadita o más «seca» le agregas la cuarta taza o no. Jamie Oliver le agrega una pizca de sal en este momento, no recuerdo para qué. Alguna vez se la agregué, pero después ya no.
3. Añadir la manzana cortada en cuadritos y esperar a que la avena esté bien inflada y la manzana se ponga suave.
4. Servir en platos y poner los ingredientes extra al centro de la mesa. Así cada quien agrega lo que quiere a su platillo y pone un poco de sí mismo creando algo único y a su gusto ;).

Listo! Si te animas a prepararla así, me encantaría saber cómo te fue. Si te gustó, qué le pusiste de extras, etc …