Hace dos fines de semana asistí al evento Ser Más Padres, en Monterrey. Me gustó mucho estar ahí, porque me di cuenta de que ahí la llevo en mi trabajo de mamá. Ese trabajo para el que decimos que nadie nos enseña, pero que en realidad tuvimos de maestros a nuestros propios padres. Ya sea que queramos seguir haciendo lo que ellos hicieron o queramos cambiar unas cositas, pero de que hay una base, la hay.
Yo no soy experta, como Vidal Schmill o cualquiera de los expositores de ese día. Me encantaría tener las respuestas a todo lo que me pasa como mamá, pero como no las tengo, asisto a este tipo de eventos una y otra y otra vez. Así, si no consigo respuestas, de seguro saldré sabiendo que no soy a la única que le pasa.
Me alegra que muchos de los conceptos de los que se hablaron durante la mañana son conceptos que me resultan familiares, que me suenan bien, aterrizados, pero sobre todo, que los he aplicado alguna o algunas veces en el camino. Siento que hecho un buen trabajo y que estarme informando constantemente ha rendido frutos, porque a los 13 años de mi hija, 11 años de mi hijo de en medio y 5 del menor, nos seguimos viendo con cariño, hablando con respeto, nos abrazamos y nos amamos.
Por supuesto que hay veces en las que nos queremos jalar de los pelos, pero creo que es normal. Un indicador de que las cosas no están saliendo muy bien que digamos puede ser que te sientas demasiado incómoda haciendo lo que haces, que te sientas muy mal, que te sea muy difícil. Entonces, es bueno buscar ayuda, porque esto de ser mamá se tendría que disfrutar más que sufrir.
Al principio, habló Cristina, una de las organizadoras del evento y dijo algo muy padre y que también he pensado antes. Dijo que de todo lo que escucharíamos esa mañana, habría cosas que resonarían en nuestro corazón muy fuerte y otras que no tanto o nada y que estaba bien, que así tenía que ser. Creo que siempre pasa, cada quien interpretamos o escuchamos lo que necesitamos con respecto a nuestra realidad y nuestra historia. Por eso, cuando leemos un libro en algún momento y tiempo después lo volvemos a leer, nos hacen sentido cosas diferentes. Nuestra historia va cambiando, así como lo que captamos del mundo que nos rodea.
Ya no les hago el cuento más largo, mejor les dejo aquí los puntos que resonaron fuerte en mi corazón de lo que se dijo esa mañana tan maravillosa.
De la conferencia de Fedro Guillén.
Dar Argumentos vs. Ser Autoritarios. A los hijos de hoy ya no les podemos decir que hagan algo sólo «porque lo digo yo». Bueno, si podemos, pero es muy probable que no nos hagan caso o que la orden desemboque en un berrinche de aquellos. Es mucho mejor que les expliquemos las cosas dando argumentos. Y aquí entran en juego los límites y consecuencias. Por ejemplo: Hijo, es tu responsabilidad anotar la tarea en el salón, si no la anotas, yo no voy a molestar a mis amigas preguntando por la tarea. La consecuencia en realidad va a ser una mala nota por no cumplir con este compromiso.
No debemos de exagerar las consecuencias, porque entonces se convierten en castigos. Tiene que ser una consecuencia lógica, que vaya de acuerdo con «la falta». Como decía Fedro, no le vas a decir a tu hijo que no lo vas a llevar a Disney porque son anotó la tarea. Ni siquiera tienen relación ambos acontecimientos.
No jugar al Policía Bueno y Policía Malo. Ponerse de acuerdo con la pareja para que los hijos no nos confronten. «Al cabo mi papá si me deja».
Durante la Adolescencia hay cambios hormonales muy importantes que llevan a una maduración sexual en la que los hijos quedan «listos» biológicamente para reproducirse. Se escucha muy fuerte, pero es la realidad. Por todo esto, se producen muchos cambios de humor en ellos para lo que debemos de estar preparados y tomarlos con calma.
Los adolescentes por lo general van a creer que tienen todas las respuestas. De pronto, sus padres dejan de saberlo todo. Como decía una frase de Oscar Wilde que nos compartió Fedro: «No soy tan joven para saberlo todo.»
No es mala onda que el adolescente se rebele, que busque límites nuevamente, que su ídolo (su papá o mamá), se derrumbe. Entre menos personal nos lo tomemos, estaremos en mejores condiciones de acompañar a nuestros hijos en esta etapa. Recordemos lo que pasa en la película Intensamente, en la que nos explican con peras y manzanas la increíble reestructuración cerebral a la que se enfrentan nuestros adolescentes.
Los hijos se sienten más cómodos hablando con uno de los padres. Es Normal! No nos hagamos las víctimas si esto pasa … «Es que a mí nunca me cuenta». Hay que agradecer que al menos a uno de los dos le cuenten sus cosas. Los padres son un equipo, así es que si uno de los dos se entera, ya estamos del otro lado.
Ni muy muy, ni tan tan. Fedro hablaba de 3 posturas de los padres de adolescentes, los que sobreprotegen, los que sueltan totalmente y el término medio. El término medio es mejor. Los chavos a esta edad necesitan más libertad, es cierto, pero no totalmente. Aún necesitan nuestra guía y nuestros cuidados. Es más, nos necesitan mucho, pero de lejitos.
El ser padres de adolescentes no tiene que ser tan terrible como se cree. Soy una prueba viviente de que esto es verdad, gracias al Cielo. Espero que las cosas sigan así, por favorcito!
De la conferencia de Martha Alicia Chavez, autora de «Tu hijo tu espejo».
Proyección. Veo en otro lo que es mío. Lo que uno ve en el otro es su espejo. Ufff! Aguas con lo que le criticamos a los hijos, puede ser que sea algo que necesitamos cambiar nosotros.
Mientras mas hubieras hay, más frustración hay. Entre más frustracion mas problemas. Esto, hablando de los padres. «Si yo hubiera hecho tal cosa» y «si en lugar de esto, yo hubiera…» Hay que echarnos un clavado para ver qué hubieras traemos cargando.
¿Como reacciono si mi hijo no queire hacer algo? Si reacciono de manera exagerada, haciendo un «pancho», (como diría mi hija), es probable que el problema sea mío y no de el.
Los padres tenemos que Ayudar a los hijos a que desarrollen sus talentos. Los de ellos no los nuestros. Ellos traen su propio camino y misión.
En la medida que crecemos nos llenamos de miedos. Tenemos que afrontarlos y hacer lo que queremos hacer y no querer que nuestros hijos lo hagan por mi.
Ser padres es una tarea que dura 24 horas muchos años. Si está siendo demasiado agobiante, hay que pedir ayuda. Ya estamos metidos en esto de Ser Padres, por lo menos habría que disfrutarlo, ¿no?
Los sentimientos no se van. Si los reprimimos y negamos, algún día van a salir y no va a estar padre.
Hijo «patito feo». Cuando queremos cambiar a los hijos le mandamos el mensaje de que así no nos gusta. Lo quieres cambiar porque te da vergüenza.
Si de todas maneras le vas a comprar, le vas a ayudar, lo vas a llevar, etc, hazlo con amor. De ahí viene el «no merezco» de los hijos cuando crecen. No les estamos haciendo ningun favor, es nuestro compromiso.
Diles que los amas. Haz contacto físico, es muy importante. Exprésalo, no des por hecho que ellos lo saben.
De la conferencia de Vidal Schmill. De quien soy fan desde la primera vez que lo escuche en una conferencia que dio hace como tres años en la escuela de mis hijos.
«El arte de ser madre o padre es dejar de ser indispensable lo antes posible». -Vidal Schmill.
Enseñar a nuestros hijos la Empatía. Que te importe. Percibir al otro
Fundamento de la ética. Que te importe lo que al otro le sucede.
Validar cada muestra de empatía de nuestros hijos. Corto, sin tanto rollo. No satures con discursos. Reconocimientos breves. Si tu hijo le dio un abrazo a su hermano porque se pegó y le dolió, reconócelo, dile que lo que hizo estuvo bien.
Enseñar Buenos modales a nuestros hijos. Las palabras mágicas que parecen estar en peligro de extinción: Gracias. Con permiso. Por favor.
Consideración. Hacer favores a otros. Ceder el lugar.
Ejercicios de empatía.
- Que la hija le gritó al hermano y le dijo cosas feas. Hay que intervenir: «Alto hija, vuelve a decir lo mismo, pero sin lastimar». «Entiendo que estás molesto, pero dilo sin lastimar». Y así hasta el cansancio.
- Haz que tus hijos tengan obligaciones. Responsabilidades reales que ayuden a todos en casa. Sacar la basura, lavar los platos de todos, poner la mesa, etc …
- Actividades de cuidado y protección a otros seres vivos en la casa.
- Actividades de solidaridad y servicio social con gente más vulnerable. (Que obsequie ropa, juguetes o tiempo para servir y ayudar). Terapia de choque, sácalos de su micromundo y que vean otra realidad.
No regales el reconocimiento. El reconocimiento se gana porque se esfuerza realmente. Este puede ser todo un tema. Luego los hijos creen que son los más «fregones», pero resulta que cuando salen al mundo real, no eran tantos y pueden tener muchos problemas con temas de la tolerancia a la frustración o que se sienten que nadie los merece o que son demasiado buenos para cualquier trabajo, etc.
«Da más fuerza saberse amado que saberse fuerte». -Goethe.
Después siguió Rocío Ramos Paul, que nos habló de «La Pareja en Familia». Ya saben, de ese tema en el que a partir de que nos convertimos en papá y en mamá, la pareja se empieza a distanciar. Nos puso varias tareas muy interesantes que nos servirán para acumular «saldo» en nuestra relación. Ella compara las relaciones de pareja con una cuenta bancaria, en donde por cada cosa que hacemos por nuestra pareja, cada plática, cada caricia acumula saldo. Las peleas, discusiones y desacuerdos restan saldo a la cuenta. El consejo es que debemos de acumular saldo cada vez que podamos, para que cuando vengan épocas de crisis NO quedemos en números rojos.
Mi buena amiga Sisy Garza tuvo dos apariciones en las que nos hizo mover el esqueleto para que pudiéramos mantener la atención y captar lo más que se pudiera, porque estuvo larguito. Imagínense, si así va el post de largo! Pero la verdad es que muy agradecida por haber escuchado todo lo que escuche. Es como recargar pilas para seguir con nuestro día a día. Como decía Sisy, nos desconectábamos un poquito porque al hacer ejercicio no pensamos en los mil pendientes que tenemos y podemos relajarnos para después enfocarnos ;).
Y finalmente, la participación de Patrick Henry Huges, co-autor de «Somos Potencial». Mi admiración para el y para sus padres. Realmente un ejemplo de vida. Su libro, Somos Potencial, se convirtió en película. Se las recomiendo mucho.
Lo que más me sorprendió de Patrick fue el infinito agradecimiento que expresa hacia su padre. El escucharlo agradeciéndole como lo hizo, frente a tantas personas, me hace pensar que los hijos, en general, pueden sentir ese agradecimiento en su interior, aunque a veces no lo puedan, sepan o quieran expresar. Lo que me regresa la bolita y me hace pensar en que los padres tenemos que «dejar todo en la cancha» por nuestros hijos porque ese es el compromiso que adquirimos cuando ellos llegaron a nuestras vidas. Ya habrá un momento para descansar y cosechar los frutos.
Y sí, creo que es todo lo que me traje de apuntes ;). Está larguito, pero muy nutrido … espero :).
Gracias Elsie Cornejo, (fundadora de Ser Más Padres), por ir a la escuela de mis hijos a invitarnos :). Me dio mucho gusto estar ahí.
Con carino,
Ana
6 respuestas a “Lo que resonó en mi corazón durante Ser Más Padres”
!Hola Ana! me encantó muchas gracias por compartir.
Karla Cano
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Gracias por leer Karla! 🙂 Saludos!
Muchas gracias Ana por compartir muy interesante los temas De reflexión .
Gracias por leer :). La verdad es que si estuvo muy interesante y buena la sacudida de pronto, jeje. Ahí vamos, en el camino. Saludos!
Gracias Ana… que lindisimo post… digerido y muy enriquecedor.. para los que estamos lejos de Monterrey como para asisitir a conferencias asi de magnas. Gracias infinitas por compartir tu experiencia y hacerlo extensivo… tocaste mi corazon y el de mi esposo..! Un abrazo enorme y que se te multipliquen las bendiciones.. con carinio, 😘 Damarytz
Gracias por escribir Damarytz :). Me da mucho gusto saber que les ha servido que compartiera esto. Te mando muchos saludos!