«Un campesino cansado de la rutina del campo, de tanto trabajo duro y rutinario, decidió vender su finca. Como sabía que su vecino era un destacado poeta, decidió pedirle el favor, para que le hiciera el aviso de venta. El poeta accedió gustosamente. El aviso decía: «Vendo un pedacito de cielo, adornado con bellos árboles, flores, verdes y hermosos prados y un cristalino río con el agua más pura que jamás hayan visto… «

Luego de haber ayudado a su vecino, el poeta tuvo que marcharse a la ciudad por un tiempo; a su regreso decidió visitar a sus nuevos vecinos pensando que aquél hombre del aviso se había mudado. Su sorpresa fue mayor al ver al campesino trabajando en sus faenas diarias. El poeta le preguntó: Amigo ¿No se iba de la finca? El campesino con una gran sonrisa le respondió: – No mi querido vecino, después de leer el aviso que usted me hizo, comprendí que tenía el lugar más maravilloso de la tierra y que no hay otro mejor.»

Desconozco el autor. Creo que la hoja donde lo leí la obtuve de mis Ejercicios Espirituales.

¿Qué escribiría ese poeta de nuestras vidas?

Imagina que eres el poeta y escribe algo para «promocionar» tu vida, algo que te haga quedarte ;).

Con cariño,

Ana