Todos … Fuera de mi cocina!

¿Les ha pasado? Que quieren que todos se salgan de la cocina, de la recámara, de la sala o hasta del carro y quedarte sola un momento! Jajaja. Pues eso me pasó la semana pasada! No pensé que estaría escribiendo esto aquí algún día. Pero debo de confesarlo, me pasó! A pesar de que soy promotora de cocinar con los hijos y de crear lazos en la cocina, hay veces que simplemente no se puede!

No sé cómo explicar exactamente lo que pasó aquel día, pero creo se me juntaron muchas cosas. La semana pasada fue una semana sumamente pesada para mí. Y fue pesada, sólo porque yo me lo busqué, me auto-saturé de actividades. Ya tenía planeados dos talleres, uno de pan y el otro de conservas. Y cuando tengo talleres, necesito mucho tiempo para la organización. Además, estaba ayudando en una campaña que organizaron mi hijo y unos amigos suyos. Para la campaña algunas mamás cooperamos preparando brownies. Por si fuera poco estaba apuntada en otra actividad del salón de mi hijo menor (en la cual quedé muy mal porque ya no tuve tiempo). Y para cerrar con broche de oro, tuve grabación de un video para un cliente. Sin contar las clases de la tarde de los niños, partidos, compromisos, etc.

Ufffff! Sólo de acordarme siento que la respiración se me empieza a cortar de nuevo! El día que saqué, (literal) a mis hijos de la cocina. Fue el primer día que preparé brownies para la campaña, después de casi no dormir y varias cosas más de las que menciono antes. Pero no exploté luego luego. Hasta eso, aguanté hasta la 4 receta que eché a perder! Primero se me quemó una charola. Luego, al desmoldar los brownies, me quedé con la mitad pegada al molde y sólo la mitad de arriba salió. La gota que derramó el vaso fue cuando quise mover un molde recién horneado, se me atoró el trapo en la estufa y terminó todo en el suelo. Ese era un molde más grande, le cabían dos recetas!

Desde que empecé, mis hijos me querían ayudar y luego se peleaban o discutían por cualquier cosa. En otra ocasión hubiera reaccionado diferente. Los hubiera dejado que me ayuden, o que se yo, simplemente hubiera ignorado la pelea. Pero ese día, estalle! Y grité! Y saqué a todos de la cocina. Y después, respiré y recordé que cuando cocinamos imprimimos nuestras emociones en lo que preparamos. Y ciertamente, mis emociones en aquel momento no eran las mejores y se notó. Tan es así que 4 recetas de brownies acabaron en la basura.

Cuando logré calmarme, todo fue diferente. Ya ni me acuerdo cuantas recetas más preparé, pero fueron muchas que si salieron. A mis hijos les pedí una disculpa por reaccionar de esa forma, pero aún así no dejé que vinieran a ayudarme y lo entendieron. Ese día, definitivamente no era el día de cocinar con ellos. Y creo que se vale. Estaba muy presionada por el tiempo y porque salieran las cosas muy bien que no podía lidiar con peleas o cualquier cosa extra. Además estaba muy cansada por todo lo demás de la semana. Y el cansancio nunca es buen compañero.

Las moralejas son varias. En primer lugar, creo que debería de aprender a decir que no cuando en realidad no puedo. Aunque me encante andar en todo, al final algo se sale de control cuando me saturo. En segundo lugar, creo que es bueno admitir que a veces necesito un poco de paz en la cocina o haciendo otras cosas. He acostumbrado a mis hijos a que siempre estoy disponible aunque esté ocupada, pero creo que por el bien de todos, ellos deben de entender que yo también necesito tiempo para hacer mis cosas aunque ellos ya hayan llegado a la casa. Y en tercer lugar, esta experiencia me recordó algo que dicen muchos y en lo que creo firmemente: Que en la cocina hay que estar contenta para que salga todo mejor. Creo que es verdad que siempre va el ingrediente secreto del amor en lo que preparo y que cuando falta, el platillo está incompleto.

 

8 respuestas a “Todos … Fuera de mi cocina!”

  1. Sii Ana, sé perfectamente de lo que hablas, porque además yo no tengo la virtud de la paciencia, y en algunas ocasiones mas que gritar: todos fuera de mi cocina, quisiera ser yo la que salga corriendo de la cocina (o cualquier lugar o situación) para obtener un poco de paz jejejej

    • Jajaja! Me ha pasado que yo soy la que me salgo. A veces es sano retirarse un poco. Y bueno, pues puede pasar, la cosa es detectar lo que nos afecta para poder manejarlo, no? :). Saludos Oly!

    • A quien no, verdad? Creo que lo importante es sacar algo bueno de todo y aprender de estas situaciones para que no nos afecten tanto después. Hacer una reflexión de lo aprendido siento que ayuda para la próxima :). Saludos Fabi!

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