Todavía me queda un poquito de pila para escribir un poco de este día. Como tuve la gran fortuna de poder dormirme una siestesota en la tarde. Por eso sigo despierta. Y es que últimamente me ha costado terminar los días con energía. Ya necesito que salgan mis hijos de vacaciones!
Acabo de terminar de hacer tres barras de pan, que servirán para esta semana. Bueno, sólo dos se quedarán en casa. La tercera ya se la había prometido a una buena amiga. Y la verdad es que me encanta compartir mi pan. Siento que comparto un poquito de mi. Y bueno, también me gustan los piropos: «te quedó bien rico», «está buenísimo» y demás buenos comentarios que surgen. (Modestia muy a parte).
Pensarán que qué rara, cómo que a estas horas haciendo pan! Pues ya me conocen. Saben que me encanta cocinar, especialmente hornear pan. Ya hasta perdí la cuenta de cuánto tiempo llevamos consumiendo pan casero casi exclusivamente. Y digo casi, porque de pronto ando llena de mil cosas o simplemente me canso y no hago en unas semanas. Cuando eso sucede, tengo la suerte de que hay una panadería artesanal muy cerca de mi casa o también hemos recurrido al pan del súper, aunque muy pocas veces. Tampoco se trata de comer pan todo el tiempo. Ayer fue un día de esos. Mi esposo fue a comprar frutas de emergencia, porque ya no había para el desayuno, y como tenía un rato de no hacer pan, se trajo una barra. Eso, me motiva para ponerme a hornear. Como que me da en el orgullo.
Pero la hora es porque en realidad no había tenido tiempo en todo el día. Pues es el día del padre y anduvimos festejando al papá más maravilloso, el de mis hijos :). Todas decimos lo mismo, ya lo sé. Y que padre que todas tengamos a los mejores papás del mundo en casa. Eso es muy bueno ;).
Total, que como a las 9, ya que estaban los niños dormidos, mi esposo y yo nos pusimos a ver una película. Y la cosa fluyó así: Justo antes de empezar a ver la película empecé con el proceso del pan, amasé los ingredientes y los dejé reposando. Como 40 minutos después pedí un intermedio para ir a revisar la masa y resulta que ya había fermentado bien bonito. Le di la forma de pan de barra y dejé fermentar otra vez. 30 minutos después, otro intermedio y la masa bien infladita otra vez. Prendí el horno para que se calentara, metí los panes a hornear y cuando subí a seguirle a la peli ya estaba todo apagado :(. La seguiremos viendo mañana. Pero no fue culpa del pan. Así somos nosotros, vemos las películas en partes. Esta se ve buena. Probablemente la terminemos mañana mismo. Se llama The Family, con Robert DeNiro. A ver qué tal, les cuento cuando la termine.
Ahora si, a dormir. Porque mañana a la escuela otra vez! Pero ya casi salimos de vacaciones!!! Good Night!
2 respuestas a “Haciendo pan un domingo por la noche. ¿Porqué no?”
Soy tu super fan!
🙂