Reflexiones Corriendo en el Parque

Y qué parque!!!!!! Nada más y nada menos que el Parque Natural La Estanzuela​. Si viven en Monterrey y no lo han visitado o tienen tiempo de no hacerlo, vayan, se los recomiendo mucho. Y si no viven en Monterrey, pero vendrán próximamente de visita, no olviden darse una vuelta por ahí, es hermoso.

Les cuento que el otro día, andaba con todo el power y quería hacer ejercicio al aire libre, rodeada de la naturaleza. Le mandé mensaje a mi fiel compañera de ejercicio, mi prima Irma, pero no podía acompañarme :(. Así que me fui sola. Pero como que no se me da mucho andar sola en estos lugares a los que por lo general, ni voy a hacer ejercicio y voy como para turistear acompañada, al menos de mis 3 hijos y esposo, o sea muchos.

Pero siempre hay una primera vez. Así que respiré profundo y me fui a la aventura. Primero iba con la idea de correr tan sólo una vuelta, de 3K, que es lo que mide el caminito del parque. Y en la primer subida ya me andaba rajando. Siempre corro en «planito», cuando corro, que no es muy seguido. La mente me empezaba a traicionar. Pero el espíritu fue más fuerte ese día. Y de pronto me olvidé de las subidas y bajadas y empecé a disfrutar del paisaje al ritmo de «Limón y Sal», de Julieta Venegas.

La Naturaleza ahí es impresionante! Y eso me ayudó a seguir, porque no es lo mismo correr en el asfalto, entre carros, casas y edificios, que correr rodeada de árboles ancestrales, el sonido de las chicharras y los pájaros (si, porque en un oído me cantaba Julieta Venegas, y en el otro, el arroyo), acompañada por decenas de mariposas de todas formas y colores.

Y por eso, cuando acabé la primera vuelta, hasta otra me aventé. Debo de haber acabado oxigenadísima entre tantos árboles y plantas. Y mientras corría, me di la oportunidad de detenerme una que otra vez, para tomar una que otra foto de algo que me gustó (con mi celular que no toma tan buenas fotos). De todas formas, se las comparto aquí. Así mismo, el camino me sirvió para reflexionar sobre algunas cosas que también me gustaría compartir a continuación.

Reflexiones Corriendo en el Parque:

  1. Después de la subida siempre hay una bajada. Más o menos como lo que se dice de que después de la tempestad viene la calma. Había unas subidas muy pronunciadas y un largas, que me hacían pensar: «NO PUEDO». Ese NO PUEDO que te roba la voluntad, te nubla el juicio y te hace desistir de tus sueños u objetivos. Pero que si perseveras, si resistes un poco más, si te deshaces del NO PUEDO. En algún momento, por lo general el más pesado, el más desalentador, aparecerá la «bajada», esa calma tan esperada. Siempre pasa, por más horrible que se presente el escenario, después del momento más oscuro viene la luz del nuevo día.

  2. Disfruta y aprende del camino, por más tortuoso que se presente. Cuando venía una subida, me preparaba para sólo subirla, lo más rápido que podía, para dejarla atrás y llegar a la esperada bajada. En una subida, ya no pude ir rápido, no me daba la fuerza. Así que tuve que subir despacio. Entonces, pude ver cosas que no veía cuando el camino se ponía difícil y me empeñaba tan sólo en dejar atrás el «mal momento».

    Las «subidas», por lo general vienen a enseñarnos algo. Pero si cuando se pone difícil la cosa, nos ponemos a la defensiva y nos cerramos a la experiencia, nos cerramos a la «lección de vida», ¿Adivina qué? Seguramente tendremos que volver a pasar por la misma subida, hasta que podamos abrir los ojos, abrir los oídos y el corazón y ver, escuchar y aprender lo que teníamos que ver, escuchar y aprender.

  3. Después de la bajada, por lo general viene otra subida. Puede ser que la bajada dure poco o dure mucho, pero seguramente nos tocará volver a subir. Al encontrar nuestro equilibrio cognitivo, según Jean Piaget, surgen nuevas preguntas, nuevos conflictos que nos llevan a un nuevo desequilibrio. Cuando podemos resolver esos conflictos y contestar a las nuevas preguntas, alcanzamos de nuevo el equilibrio. Sin embargo, si nos quedamos ahí, estacionados, estancados, muchas preguntas se quedarán sin resolver, muchas emociones se dejarán de experimentar y no habrá un crecimiento interno. Así que dejemos de temer a las subidas, algo bueno nos dejarán. Más fuerza, más resistencia, y si nos permitimos ver el paisaje, olerlo, escucharlo, los regalos pueden ser maravillosos.

Y bueno, eso era los que les quería compartir. Además de las fotos. Momentos en los que me detuve porque no podía dejar de admirar tanta belleza.

parque la estanzuela 1

parque la estanzuela 2
parque la estanzuela 4

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