Hola! ¿Cómo les fue de vacaciones? ¿Qué tal los festejos de Navidad y Año Nuevo?
Pues yo les cuento que en la Navidad me la pasé enferma :s. Fue muy raro. Una especie de gripa fugaz, de sólo un día, con temperatura de 38.5, con dolor de cuerpo, flujo nasal y todo el sueño del mundo! Pero qué día fue a escoger la enfermedad! El mero 24 de Diciembre, en Noche Buena!!! Así es que sólo cené y a dormir. Me perdí todo el folklor y el abrazo a media noche para desearnos Feliz Navidad :(. Pero el 25, ya estaba mucho mejor, y disfruté mucho más la Navidad, bien descansada, jaja.
La pasamos en una casita que tienen mis suegros en un pueblo afuerita de Monterrey, (no es Parras, aún no llego a esa parte). El caso es que fue una Navidad bien padre, porque había mucha gente, y todos dormíamos en la misma casa, o algunos en casas cerca, de tías y tíos. Pero se congregaba toda la familia para el desayuno, la comida, la platicada, la tronadora de cohetes, las fotos, más platicada. Así que la fiesta empezaba desde que uno arribaba al pueblo.
Pero en mis condiciones, el 24 fue de casi puro dormir. Lo bueno es que estábamos allá, y mis hijos se la pasaban jugando, en el patio, con los abuelos, los primos, los tíos … y a mi, me dejaban descansar, jeje. Aunque la verdad, hubiera preferido andar en la fiesta también. lo bueno es que sólo fue un día de malestar.
Pero me fui muy atrás con mi historia. Lo que yo les quiero contar es de unos días después. Después del Año Nuevo. El 2 de Enero, para ser exacta :), nos fuimos de paseo mi esposo, mis hijos y yo :). Y como la planeación fue muy rápida y el presupuesto estaba un poco apretado, pues decidimos irnos a un lugar cerca de Monterrey, que no implicara viajar en avión y que aunque en pocos días, nos sirviera para desconectarnos y conocer algo nuevo ;).
Nuestro destino: Un Pueblo Mágico. Parras de la Fuente, Coahuila. A tan sólo 3 horas en carro (de Monterrey), soportable para viajar con niños, sobre todo el de 3 años.
El primer día que llegamos, todos estaban medio «grinches». Como no conocíamos el lugar, no sabíamos ni por donde empezar, y fue medio frustrante porque no encontrábamos donde comer ni nada que ver, aunque llevábamos buenas referencias de mi cuñada que ha ido varias veces. Los niños se empezaban a desesperar, y nosotros (papá y mamá), con ellos. Ese día dimos una vuelta en el carro por algunas plazas. Fuimos caminando a un restaurante que habíamos visto en un folleto que nos dieron en un lugar de información y estaba cerrado. Así que nos regresamos al hotel, comimos ahí, y nos pusimos a jugar ahí mismo, en unos columpios y una cancha de tenis. A dormir temprano, para ir a la Casa Madero, al día siguiente. Por eso yo no estaba grinch, jaja, con que conociera la famosa Bodega San Lorenzo (Casa Madero), para mi era suficiente, jeje.
Entonces uno de los niños pregunto que porqué decían que Parras es un Pueblo Mágico, ya saben, así como irónico. Así es que me di a la Tarea de investigar más sobre este tema. Y aquí está lo que encontré en la Secretaría de Tusrismo, que es en donde se encargan de calificar a un pueblo como mágico:
«Un Pueblo Mágico es una localidad que tiene atributos simbólicos, leyendas, historia, hechos trascendentes, cotidianidad, en fin magia que te emanan en cada una de sus manifestaciones socio-culturales, y que significan hoy día una gran oportunidad para el aprovechamiento turístico. El Programa Pueblos Mágicos contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros.»
Y si entran en el enlace de la Secretaría de Turismo, y le pican a Parras de la Fuente, Coahuila, podrán ver porqué es para ellos un Pueblo Mágico.
Aquí, yo les voy a contar porqué creo yo que es un Pueblo Mágico, apegándome a la definición de la Sectur, pero de acuerdo a mi experiencia de estos, pocos, 2 días.
Yo creo que por la noche, mientras dormíamos, la magia del pueblo cambio algo en nosotros. Nos puso más sensibles para poder percibir algo mágico en donde parecía inexistente. ¡Cómo es importante querer recibir los regalos de la vida, ¿no?! Porque de haber seguido cerrados a vivir una bonita experiencia, justo en donde estábamos, tan sólo con lo que teníamos, pues nada bueno nos hubiera quedado.
Muy temprano, por la mañana, salimos del hotel, todavía un poco escépticos. Nos fuimos a desayunar a «La Casa Grande», y para nuestra sorpresa, el desayuno estuvo riquísimo :). El lugar, estaba muy bonito y acogedor. De pueblo, totalmente, pero muy lindo. El día pintaba bien.
Lo mejor vino después. Cuando salimos del restaurante, mi esposo vio el camionsito del Tour y se le ocurrió que sería buena idea que lo abordáramos. Y pues eso hicimos. La verdad es que fue la mejor idea, y los $60 pesos mejor invertidos :D. Si! Eso costaba el Tour, 30 pesos por persona mayor de 12 años, y aunque somos 5, sólo dos pagamos, jeje.
Y que empieza el señor de la Secretaría de Turismo a contarnos la historia del lugar. Que si aquí es donde nacío Francisco Ygnasio Madero González. No me equivoqué, así dice en la réplica del acta de nacimiento del revolucionario, Ygnasio. Que este es el acueducto, que aún sigue funcionando, desde 1917 que fue cuando se construyo. Y cuando llegamos a un cerrito, en donde está la iglesia del Santo Madero fue cuando me cayó el veinte de que ese lugar es mágico. Vimos hacía el otro lado, donde no estaba la iglesia, y nos dijo el guía que si íbamos en verano, no podríamos ver nada de lo que conformaba el paisaje en ese momento, las casas, calles, árboles secos. Que en verano, todo eso se ocultaba tras la vegetación que florecería en primavera. Wow! Y seguimos, y nos platico de las bodegas de vinos. De la Bodega de San Lorenzo, o Casa Madero, como se conoce ahora, que es la más antigua de América! Y pasamos por las calles principales, la Av. Madero, jaja, por supuesto y Ramos Arizpe. Por si van, ahí es donde está casi todo ;). Nos contó de la fábrica de Mezclilla, La Campana, que ahorita está cerrada, por una huelga, pero que es en donde se fabricaban pantalones de mezclilla de exportación, como los Levi’s, por ejemplo.
Ufffff! Y ya se me alargó mucho el post y no he llegado a la Casa Madero, que bueno, me pudo encantar y fascninar. Amé el lugar! Y tengo pendiente de regresar a las fiestas patronales de Santa María de las Parras, que son el 9 y 10 de Agosto, que al parecer se ponen increíbles! Las organiza la Casa Madero, y coinciden con la vendimia o cosecha de la uva. Pero bueno, mejor les dejo imágenes y si es que voy en Agosto, les platico más :D.
Si algún día quieren conocer Parras, se los recomiendo mucho, les va a gustar mucho. Unos 2 días o 3 está bien para ir. Y si quieren ir a lo de Agosto, hay que reservar con unos 3 meses de anticipación! Y quizá por ahí nos veamos, jeje.
Muchas gracias por leer. Muchas gracias por estar aquí. Les deseo lo mejor para este 2015!
La Iglesia del Santo Madero. Cuando escuché el nombre se me hizo muy raro, porque pensé que lo de Madero era por Francisco I. Madero. Pero la explicación del guía en el Tour, aclaró mis dudas ;). Con Santo Madero, se refieren a una Cruz de Madera que está en el interior. Por lo tanto es como si fuera una capilla de la Santa Cruz. Dicen que la vista desde lo alto del cerro es increíble. Esta vez no tuvimos oportunidad de subir, pero espero volver a ir, cuando todo esté verde para ver el paisaje desde arriba.
Esto es en el interior de la Casa Madero. Por tan sólo $10 pesos mexicanos/persona, puedes dar un recorrido por el interior de la fábrica. Y si vas en verano, seguro te tocará andar entre la cosecha de la uva, y el procesamiento de esta ;). Yeiii! Quiero regresar a ver esto!
Me encantó la entrada de la Casa Madero. Un techo de parras, que en verano lucirá lleno de uvas colgando por todos lados. Dicen que en esa época, puedes comprar la uva a $15 el kilo (aprox). Qué emoción! Para la mermelada de uva! Se imaginan!!!!!
Y esto es un paseo que te dan por los viñedos de la Casa Madero. 500 Hectareas de 18 variedades de uvas, entre ellas, las más conocidas, merlot, cabernet sauvignon, chardonnay, sauvignon blanc.
Aquí pudimos bajar a ver las parras, que están esperando la primavera para empezar a florecer de nuevo. Pero pudimos ver algunas uvas pasa, jeje, que aún quedaban :D.
Estuvimos de visita en una bódega de vinos artesanal :D. Me encantó! Aunque aquí no hay tour, estuvo padre ir a conocer y contribuir con los artesanos de la Bodega Segovia Fuantos.
No pude dejar de tomarle foto a esta máquina de coser que me recordó a las chicas de Yellow Hellow :D. También en la bodega Segovia Fuantos :).
Y bueeeeno! Estas campechanas son de las más ricas y crujientes que he probado. Las compramos en una pequeña tiendita familiar, en donde además hacen mermeladas y deliciosos dulces con nuez, coco, piña, dulce de leche … Parras Gourmet. Uffff! No pueden dejar de ir, si van ;).