Una pausa muy necesaria nos tomamos hace unas 2 semanas mi esposo y yo. Fue un descanso de apenas un día, pero reparadorsísimo. No tomé fotos más que dos, ja, porque en verdad el paisaje lo ameritaba. Pero la idea era no tocar los celulares, las cámaras, las computadoras y todo lo relacionado con lo que hacemos todos los días. Y eso, sólo se podía en una Zona libre de Wi-Fi.
Nos fuimos a «Las Termas de San Joaquín». Un hotel en medio de la nada. Bueno, muy cerca de Icamole y Paredón, los pueblos más «grandes» alrededor. El chiste de este hotel es que está construido «sobre» unas aguas termales, de donde brotan aguas azufrosas a una temperatura de unos 42ºC, a las que se les atribuyen propiedades curativas. En donde lo único que hay que hacer es relajarse. 😀
Además, desde que entras al área del hotel no hay señal de internet ni de celular. El hotel cuenta con internet y teléfono para comunicarse con el exterior en caso necesario. Pero créanme que ni se les va a antojar. Nada de whatsapp, Facebook, twitter, pinterest, etc. Por un día o hasta dos lo puedo soportar ;p, jaja. Bueno, en serio, a veces hace mucha falta desconectarnos del celular … Es sumamente necesario! Sobre todo, cuando estamos con los que amamos. «Desconectarnos para Conectarnos».
Al lugar ya habíamos ido con nuestros hijos una vez anterior. Y desde que llegamos pensamos, bueno, pensé, jaja, que había sido un gran error haber ido con los niños. El lugar te invita al silencio, a la relajación. No se permiten niños en la biblioteca del lugar, ni menores de 12 años en las aguas termales, además de que si entran tienen que estar en completo silencio y quietud por respeto a los demás que van con ese propósito. Pero inmediatamente, decidimos cambiar el chip y relajarnos junto con los niños. Ya estábamos ahí!
En la ida con los niños, finalmente, si se pudo que los grandes, de 9 y 10, se metieran a las «termas». Y es que hay unas «albercas» en donde no está tan caliente el agua y ahí si pueden entrar. Sin embargo, no había opción en cuanto a guardar silencio y estar quietos. Este comportamiento, claro que chocó con su naturaleza de niños inquietísimos. Pero lo aceptaron y creo que fue una muy bonita experiencia para ellos también. Todos necesitamos un tiempo así. Claro que nos turnábamos para ir, porque el más chiquito, de 3, definitivamente no podía estar ahí adentro. Y en realidad, si es capaz de estar tranquilo, lo que le falla a el es que es platicadorsísimo, y ni cómo estar en silencio con el.
Lo padre para el chiquito fue una alberca techada que había. En donde se pasó mucho tiempo jugando con un chorro de agua. Entonces, mientras unos íbamos a las aguas, otros se quedaban en la alberca y así. También hay un mirador, en donde hacen noches astronómicas, que no nos tocaron por el día en el que fuimos. Las hacen los viernes o sábados por lo general. No pudimos ir en sábado porque nuestro plan original se vio abruptamente cambiado por una pila en la nariz que se le ocurrió meterse al más chiquito el día de la salida original. Pero si pudimos ir a jugar fútbol con un balón que se les ocurrió llevarse a los niños, muy inteligentemente. Además había un lugar en donde jugamos a saltar sobre unos troncos, un puentecito que el chiquito no se cansaba de recorrer una y otra vez.
Total, que ir con los niños, finalmente, SI fue una gran idea. Sólo porque decidimos que así fuera. Porque bien pudimos habernos lamentado por ir en domingo, cuando ya no había actividades, ni renta de cuatrimotos y paseos por el desierto. Hicimos lo que podíamos hacer, con lo que había y a nuestras posibilidades. Sin estresarnos tampoco si los niños de pronto hablaban en las termas, o se movían un poco. Con la idea de que SON NIÑOS, pudimos hacer más amena la salida. Además, ellos también experimentaron momentos de quietud y relajación, un poco obligados, pero interesados y receptivos a lo que pasaba.
De la ida solos, pues que les puedo contar. Hasta al SPA fuimos a parar :D. Siempre decíamos, «algún día hay que irnos a un spa y que nos den un masaje a los dos». Pero ya saben los spas de los hoteles en las vacaciones, carísimos! Y con todo el gasto de la vacación, no cabe el spa en el presupuesto, ja. Y esta vez no fue taaaan barato que digamos, pero creo que fue como darnos los regalos que nos debíamos, de algunos cumpleaños, aniversarios, navidades, etc… Y no me dejarán mentir, pero como papás, a veces somos los últimos en los que pensamos. Aunque siempre recibimos cosas maravillosas (no materiales), de nuestros hijos, pero de vez en cuando creo que es bueno hacer algo así, solos.
Momentos así, creo que fortalecen a las parejas. Un tiempo para tan sólo vernos a los ojos, cenar sin prisa, tomarnos una cerveza sin tener que levantarnos temprano al día siguiente, platicar y platicar, compartir nuestros sueños, seguirnos viendo. Y regresar recargados de pilas para seguir con nuestra tarea, junto a los 3 pequeños mosqueteros que nos prestó Diosito para cuidar y guiar en esta vida.
Y bueno, de contemplar la naturaleza y ponerme en «los zapatos» de un cactus luego platicamos. Eso porque estoy yendo a unos Ejercicios muy Especiales que llenan el espíritu. Pero me saldría del tema ;). Pero la experiencia hasta para eso se prestó.
Estas fotos son de la vez que fuimos con los niños. La de arriba es de un paseo que dimos por los alrededores cuando fuimos solos, en el que nos encontramos ese bello paisaje y fue una de las dos únicas fotos que tomé.
«La Tumba del Soldado» – Parada turística del camino a Icamole 😉
Las Carreritas en los Troncos. Obvio, ganan los hijos. Se impone la juventud 😀
Las Aguas Termales. Mega Tranquilidad. 🙂
TIP. En Costco venden un cartoncito que vale por una noche para 2 adultos + 2 niños, con descuento ;).
Y bueno, pues esa fue la escapada fugaz, que me encantaría repetir con o sin niños. Tan cerca y tanta desconexión y relajación, parece increíble.
2 respuestas a “Zona libre de Wi-Fi”
Ana que padre experiencia! a veces se necesita ese tiempo fuera de toda la tecnología para darnos cuenta que podemos estar sin ella y aún así somos seres completos 🙂
Gracias por la reflexión!
Claro! Podemos y necesitamos alejarnos de todo de vez en cuando. Un abrazo Sisy y a toooda la family, jeje!