Ayer, mientras ponía flores de jamaica en la olla de agua para que hirvieran, escucho que grita emocionado mi hijo más pequeño, “quiero jamaica!”. Al instante pensé en cuántos niños NO habrían tenido idea de lo que yo estaba haciendo. Mucho menos, de que el resultado de hervir esas flores sería una deliciosa agua de Jamaica.

No se si ustedes lo hayan pensado, pero en la actualidad, creo que en muchísimas casas se han reemplazado las flores de jamaica por algún sobrecito con polvito SABOR jamaica o algún otro sabor. Y qué digo hervir flores y todo ese proceso que pudiera parecer engorrosísimo, cuántos limones se han dejado de exprimir?!?!

Y bueno, no quisiera parecer extremista. Tampoco quiero volver a la época de ir a lavar la ropa al río, ja! Pero me parece MUY importante que los niños sepan de dónde vienen las cosas. Que NO se trata sólo de abrir un sobre o una lata. Que las frutas y verduras nacen de árboles y plantas … De la tierra! Que para obtener un tomate te puede llevar 3 meses de cuidar una plantita.

Los niños son los futuros ciudadanos del mundo. Deben de saber las cosas básicas. Nosotros somos responsables de enseñarles nuestras tradiciones, nuestras contumbres, cómo se embarra un tamal, cómo se hierve la jamaica. En fin, en nuestras manos está que lo importante trascienda. Y cómo se logra esto, sólo con el ejemplo.

*******

Para darle un toque más fresco y diferente. Agrega medio limón a un vaso de agua de jamaica. A mí me encanta ;)!