Y bueno! Pues que les cuento que este, definitivamente fue un muy BUEN FIN de semana. Aunque no necesariamente por las compras. Aunque bueno, si hice unas compras que me llenaron de alegría, y ni siquiera tenían oferta, pero sin ser parte de las grandes promociones estaban a muy buen precio :).

De esas cosas que te encuentras en los ranchos … verduras recién cosechadas en la mañana. Las zanahorias todavía con las hojas verdes. Los elotes aún con hormigas, de la hortaliza seguramente. El cilantro, con un aroma inigualable. Ningún cilantro, de ningún supermercado puede oler así, fresco, a recién cortado. Y las personas que los venden, no eran los que cosecharon las verduras, pero sí el segundo vendedor, o sea, que el dinero que les pagamos, no va a llegar súper diluido a sus manos, sólo se lo reparten entre dos, el sembrador y el vendedor. Y me viene a la mente cuando ponen a $5.50 el kilo de tomate en el súper, por ejemplo … ¿Cuánto crees que le va a tocar al que lo sembró? Esto, todo costaba $10 el manojo de lo que fuera, o $12 el repollo, $2 cada cebolla. Pero eso, va casi todo para los productores, y una parte para los vendedores que se encargan de acercar el producto a los consumidores.

Este tema siempre me apasiona. Pero tampoco me súper traumo cuando tengo que ir al súper, que es casi siempre últimamente :s. Antes, podía ir más seguido a comprar al camión :). Pero ahora, con lo de la escuela, prácticas, talleres, familia, etc. ya no puedo tanto. Pero siempre que tengo oportunidad, agradezco tener estas oportunidades. Y cuando puedo compro orgánico, pero cuando no hay o no me alcanza, pues no.

Y volviendo al tema de lo del Buen Fin de semana. Pues les platico que nos tocó alejarnos de cualquier tienda u oferta participante en las promociones del BuenFin. Lo cual agradezco, porque quizá me hubiera gastado el dinero que no tengo en algo que quizá ni siquiera necesito. Hay personas a quienes admiro mucho, porque son súper organizadas y saben comprar muy bien, exactamente lo que necesitan, o van a necesitar, y no sólo impulsadas por la «rebaja». Pero yo no soy una de ellas, así es que, mejor lejos, jaja.

Les comparto algunas fotos de este lugar, que puede hacer que cualquier fin de semana sea un Buen Fin 😉 …

Hicimos pan árabe, pizzas y conchas en el horno de leña. Vimos la hermosa luna del domingo por el telescopio. Los niños jugaron todo el tiempo con sus primos :). Treparon árboles, pizcaron una que otra mandarina, jugaron futból.  Convivimos con la familia, fuera de la rutina de Monterrey y eso fue muy bueno. Comimos demasiado, tanto que no tengo ganas ni de cenar, ja. Me encantó!