El miércoles pasado fue el primer Taller de Lácteos Básico en el que participé como organizadora. El primero de muchos, espero. Lo impartió Bernardo García, del Rancho el Chuzo. Si tienen oportunidad, visiten su blog, (http://rancho-el-chuzo.blogspot.mx/), y háganse sus fans en facebook (https://www.facebook.com/pages/Rancho-El-Chuzo/202840426402332?fref=ts).

Durante la organización, y a la hora de la hora, cuando ya estábamos en el taller, experimenté un montón de emociones. Hace mucho que no sentía tantas cosas en tan solo unos días, nervios, inertidumbre, emoción, felicidad … Yo creo que es la adrenalina de estar haciendo algo nuevo, algo que requiere de toda mi energía y que me va llevando por caminos que hace mucho no recorría. Algo que yo quiero que funcione, y me pide tiempo y esfuerzo. Me pide que saque todas mis habilidades, las conocidas y las que ni sabía que tenía. Y que haga hasta lo imposible por incorporarlo a mi vida como parte de ella. Es un trabajo. Además de toda la chamba que tengo con mis hijos, que aunque podría parecer suficiente y en momentos hasta más de lo que puedo manejar, es una faceta de mi vida que estoy descubriendo que puedo hacer y que me encanta.

Poder compartir personalmente lo que comparto desde la computadora. Conocer a personas que me hacen comentarios de las cosas que publico, es algo que me gusta mucho. Porque finalmente, lo que hago es para mantener contacto con el mundo, para compartir lo que he aprendido en el camino. En un tramo del camino que he descuierto que es maravilloso y llena mi vida, ser mamá. Y poder hacer contacto cara a cara, es algo que disfruto demasiado. Platicar con personas, conocer sus puntos de vista, experiencias, compartir ideas, de frente, viéndonos a los ojos. Es mágico, y con esto de los talleres es algo inevitable :). Aunque el internet es una herramienta maravillosa que nos permite estar conectados con muchas más personas y poder compartir muchas cosas, pienso que el hecho de poder compartir en persona, no se compara con nada.

Y volviendo al Taller Básico de Lácteos. Les cuento que estuvo padrísimo. Yo ya sabía hacer yogurt, pero hacerlo con más personas siempre es enriquecedor. Siempre hay algo que hace la otra persona que tu no haces que te puede servir. Eso me pasó a mi, aprendí una forma un poco diferente de hacer el yogurt. Pero lo que más me interesaba eraaprender a hacer queso. Y no saben lo emocionante, mágico y revelador que fue lograr hacer queso! 

Desde que mis hijos empezaron a ir a la escuela, es como si yo hubiera tenido una segunda oportunidad de aprovechar, «realmente», ir a la escuela. Me han contagiado su capacidad de asombro, y su constante curiosidad, ¿cómo se hace?, ¿porqué pasa esto o aquello?, ¿y si …? Me encanta poder aprender cosas con ellos y preguntarme tantas cosas en las que nunca había pensado. Y el gusto por CREAR, también viene de ellos. Y crear un queso, a partir de leche, es algo que no tiene precio. Primero, preguntarme, ¿cómo se hace el queso? y después que se presente la oportunidad de hacerlo, ufff!

Estoy muy agradecida con la vida por permitirme ser mamá y hacer lo que me gusta a partir de recibir esa bendición. Siempre busqué mi pasión, y me da mucho gusto haberla encontrado al fin, después de muchos años, dentro de mi familia. Sin tener que hacer demasiado, simplemente lo que hago todos los días. Sin que sea algo con título muy decorado, solo lo que tengo que ser, una mamá que quiere hacer su chamba lo mejor posible.

Si quieren recibir info de los siguientes talleres, denle like a https://www.facebook.com/DeliciousHome. Ahí publico los talleres, y el próximo será de Conservas :).

Gracias por estar aquí 🙂 Un abrazo.

Ana Caballero