A tí cómo te inspira la época navideña? Siento que es la época en la que muchos andamos inspirados para dar, ayudar, compartir, perdonar … Y tantas cosas buenas, que deberíamos de practicar todo el año. Pero bueno, por algo se empieza ;), y no quiero ser una grinch, así es que no importa la época, lo importante es llenarse de todas estas actitudes positivas y sentimientos que hacen que el corazón se nos llene de calor, cuando sea. Y si la Navidad nos inspira, pues adelante.
Les quiero contar lo que pasó hace unas semanas con un grupo de amigas. La propuesta llegó al Club de la Alimentación (https://www.facebook.com/clubdelaalimentacion), porque una amiga, Ariadna, ya sabe que nos encanta hacer cosas para ayudar. Esta vez, nos invitó a hacer algo un poco fuera de lo que hacemos en el Club, que es eliminar los dulces y refrescos de cualquier lugar que sea posible, jeje. La misión era juntar pasteles, bolsitas de dulces y refrescos para una posada. Y la posada sería para 200 personas que desafortunadamente están privados de su libertad en el CERESO (Centro de Readaptación Social), de Apodaca. Parecía una tarea difícil de completar en 1 semana aproximadamente, que fue cuando supimos la fecha y los requerimientos. Pero con decisión, unión y sobre todo amor, nada es imposible. Todo resultó muy bien, juntamos 20 pasteles, que en su mayoría fueron elaborados en casa o bien decorados por las donadoras. Una sola mamá, Paty, se apuntó con todos los refrescos. Y Ariadna hizó un excelente trabajo recolectando dulces para las 200 bolsitas.
Un grupo de mamás nos juntamos un día antes de la posada, el 12 de Diciembre, a recolectar los pasteles, los refrescos y a hacer las bolsitas. Y lo mejor fue la plática, como siempre pasa en las reuniones de mujeres. Trabajando y platicando, muy buena combinación :). Y la plática era alrededor de lo que a contiuación les comparto. Esto lo escribí la noche antes, cuando estaba yo muy contenta preparando los pasteles que llevaría, a lo que recibí una respuesta un poco sorpresiva de mi hija mayor …
«¿Pasteles para los que están en la cárcel?¿Porqué estás haciendo pasteles para ellos? Si están en la cárcel, es porque están pagando una consecuencia por algo mlo que hicieron!» Fue el comentario congelante de mi hija mayor ante tal ocurrencia de mi parte.
Pero ya pensándolo bien, la reacción no debió de haberme extrañado tanto. A su edad, 9 años, las consecuencias por hacer algo malo no se relacionan para nada con algo agradable. Al contrario, estas consecuencias casi siempre traen algo de sufrimiento y no son para nada buenas, y mucho menos hay fiestas, pasteles o dulces involucrados. A los 9 años, el tema de las consecuencias es blanco o negro, bueno o malo. La gama de grises no existe, no hay terminos medios, ni treguas.
No es, sino hasta que somos mamás, que entendemos lo que está detrás de las consecuencias de la niñez. Cuando yo, como mamá, dejo que las consecuencias alcancen a mis hijos, no es porque quiera que les pase algo malo! Al contrario, es porque los amo demasiado, y prefiero que aprendan ahorita que nuestras acciones siempre traen reacciones. Es mejor que aprendan a temprana edad que si tiran una piedra hacia arriba les puede caer de regreso golpeándolos. Ahorita que las piedras son chiquitas, después la piedra quizá sea demasiado grande y las consecuencias aún peores. Aunque siempre trato de cuidar que las consecuencias sean lógicas y adecuadas. Eso de hacer una tormenta en un vaso de agua tampoco está bien. Nada más lo que es, si no acabaste la tarea a tiempo por estar jugando, ni modo, se va sin tarea y a enfrentar y explicar a la maestra y todo lo que venga detrás, por ejemplo. Creo que las consecuencias correctas en el momento oportuno, pueden evitar penas mayores en el futuro.
Del comentario de Sofi, me queda una gran lección. Me ha hecho pensar en que quizá la generosidad, la bondad y el amor por el prójimo es algo que se aprende. Puede ser que estos dones no vengan incluidos en el paquete, sino que a lo largo de la vida los vamos aprendiendo. Y no es de extrañar que estén en peligro de extinción. Espero que con la experiencia de los pasteles haya por lo menos enseñado algo a los miembros de mi familia. Y si el mensaje llegó hasta el penal, aunque sea a una sola persona de las que probaron los pasteles, uffff! Qué mejor recompensa.
Y ya después de haber digerido bien la pregunta, tuve una respuesta, pero hasta el día siguiente. La verdad es que en la noche no supe ni qué decir! Creo que dije algo así como que ellos también merecían una segunda oportunidad, que alguien les enseñara que las personas pueden ser buenas, porque quizá habían crecido sin amor. Pero en la mañana, completé mi respuesta y le dije a Sofi que lo que hacía era para ver si haciendo cosas buenas podía contagiar a otros para que hicieran cosas buenas por los demás. Que si podía hacer que una persona cambiara para hacer algo bueno por los demás que con eso me sentiría muy contenta. Y le recordé un video que habíamos visto hace unos días, que seguramente ya vieron, en donde salen personas haciendo cosas buenas por otras y los que ven o son beneficiados más adelante repiten la amabilidad y generosidad que les ofrecieron. Así me imagino que cuando a las personas solo se les trata mal, responden tratando mal a otros. Es nuestra decisión darle la vuelta a las cosas y empezar a repartir amor para que este se expanda como una fuerza imparable. Y como decía una frase que alguna vez me topé y me encantó, de Al Bano Carrisi, Embajador de Buena Voluntad de la FAO, «Quizá una persona no pueda cambiar el mundo, pero sé que soy capaz de cambiar el mundo de una persona.” Eso espero :).
Pues eso fue lo que pasó. Espero que llegue el mensaje correcto a quien tiene que llegar, ya sea mi familia, los asistentes a las posadas que organizaron en Promoción de Paz (http://www.promociondepaz.org.mx/), quienes han tenido la amabilidad de leer esto hasta este punto, o quien sea a quien tenga que llegar.
Gracias Ariadna por invitarnos y a Consuelo por organizar esto y dejarnos participar.
Aquí les comparto algunos de los pasteles que mandamos …
4 respuestas a “Época de dar y compartir.”
Totalmente de acuerdo…. es un gesto de nuestra parte, mandarles amor en forma de pastel, o bolsita de dulce, con la intención de que vean que somos mismos humanos, viviendo en esta isla llamada mundo, todos somos hermanos y tambien somos hijos del amor, con esta intención mando mi dulce mensaje en forma de pastel….. Que Dios nos bendiga y muchas gracias Ana, por llevarnos por tan lindos y tiernos caminos que nos cuestionan y nos ayudan a actuar… y gracias a las amigas que participaron, sobre todo a Ale Mtz, amiga como disfruté decorar mi pastel contigo, fué como volver a la primaria y trabajar en equipo…. Besito !!
Amiga, gracias por tus palabras, de muchas maneras en mi casa sucedió algo parecido, sólo que mis hijos tienen 14, 15 años …
Yo sólo se que YO cambié con esa experiencia, el amor se hecho a andar … Me permití convivir con ustedes y eso ya es un regalo … Gracias !!
Gracias !!
Gracias !!
Tienes razón Cristie. Las que vivimos la experiencia de alguna forma cambiamos. Y eso ya es un regalo. Y poder convivir y hablar de estas cosas definitivamente no tiene precio. Si llegaramos a tocar más vidas, uff! Qué gran cosa sería eso, por lo pronto nuestras vidas fueron tocadas por la oportunidad que sin saberlo nos dió Consuelo por medio de Ariadna. Gracias por estar ahí y compartir estas experiencias conmigo y las demás amigas que estuvimos ahí, o desde sus casa haciendo pasteles o consiguiendo dulces y refrescos. Hemos pensado en personas que casi siempre evitamos pensar, pero que para poder hacer algo, tenemos que materializarlos y recordar que existen y que como sociedad, podemos ayudar a su «readaptación», y podemos mandarles un mensaje de comprensión, de que no todo está perdido, que habemos personas que creen en ellos, que la sociedad no los ha abandonado.
🙂