Muffins de manzana y zanahoria

Ya me hacía falta sentarme un ratito a escribir algo aquí! Ya estoy de regreso, después de que la influenza cayera en mi casa y pasara por cada uno de mis tres hijos :s. Además de todo lo demás que una mamá tiene que hacer. Pero bueno, siento como que todo empieza a regresar a la normalidad. El equilibrio! Tan bien recibido después de un fuerte desequilibrio que nos sacude, pero nos hace emprender cosas nuevas, fuera de nuestra zona de comfort. Hacer una pausa forzosa en el acelerado ritmo de la rutina diaria y empezar de nuevo, con nuevos aires, con renovadas energías.

Y después de este rollito desahogador, que a lo mejor no está del todo bien explicado, pero me ayuda a liberar la tensión y poder seguir donde me quedé la última vez en este espacio MÍO, mi Delicious Home, que además me ayuda a expresarme y ser sólo yo, en un mundo donde tengo que ser yo con alguien más casi siempre. Que en realidad no es queja, ni nada por el estilo. Me encanta ser la mamá de tres, la esposa, la amiga, etc., pero aquí soy solo yo y eso también hace falta a veces. No? Un momento para mi, para compartir mis cosas, con otras que creo que han de pensar y sentir como yo a veces.

Bueno, después de ese y el otro rollo, jaja, les voy a compartir una rica receta de quequitos que llevé ayer al juego de futból de mi hija mayor como refrigerio para ella y sus compañeras. Esta idea ya la había intentado poner en práctica la primera vez que me tocó llevar un refrigerio, que en aquel entonces era al basquet. Como parte del Club de la Alimentación de la escuela, y tratando de ser congruente con mis ideas, quise llevar algo un poco más saludable de lo que se acostumbra llevar a los partidos. Sin embargo, la respuesta de las niñas no fue la que yo esperaba. Casi nadie quiso sandwich :(. Me traumé y ya no lo volví a repetir hasta ayer, varios años después.

En aquella ocasión, me sentí tan mal porque muchas niñas se fueron sin comer nada, y me regresé con más de la mitad de los sandwiches, que decidí seguir la corriente para los partidos venideros. En realidad, no soy demasiado radical, y dejo que mis hijos coman chatarra de vez en cuando. Pienso que prohíbir ciertos alimentos resultaría contraproducente. Sobre todo, porque cuando yo no estoy pueden comer cosas que me gustaría prohibirles, y pienso que lo harían como un acto de rebeldía, en lugar de solo querer disfrutar de algo chatarra una que otra vez. Por ejemplo, a la hora del lonche, se que se comparten cosas y muchas veces terminan comiéndo chokis y oreos (que yo no les mando). La verdad ya no me estreso, y desde que no lo hago siento que he avanzado más en mi labor de hacer conciencia en ellos.

Me siento complacida con que los niños puedan diferenciar entre lo que es chatarra y lo que es saludable. En ese aspecto saben perfecto qué es lo que les conviene más llevarse a la boca, aunque saben que pueden comer chatarra de vez en cuando y no les va a pasar nada, porque la mayoría del tiempo hacen buenas elecciones con la comida (con un poco de ayuda en casa). Bueno, la hija más que el hijo, jaja, pero ahí la llevamos, cada quién a su paso y en su etapa del desarrollo. Por ejemplo, hoy, que mi hijo se quedó a comer en la escuela, dice que le dieron un dulce de postre, pero que no se lo comió porque ya se sentía satisfecho con lo que había comido antes. Me sentí muy orgullosa de que me platicara eso.

Y yo creo que para lograr esto una de las cosas que siempre tengo presente es que no se premia con la comida. Desde hace mucho tiempo que no celebramos algo yendo a McDonald’s por ejemplo. Cuando mis hijos mayores estaban más chiquitos y antes de que empezara a interesarme en todas estas cuestiones de la alimentación saludable, acostumbraba mucho ir a McDonald’s o Carl’s Jr. como algo padre porque terminamos una semana de muchas cosas, o porque les fue muy bien en algo. Y lo hacía esporádico, pero el premio era ir por comida que ahora considero chatarra. El mensaje que siento que llegaba a mis hijos, es que ir por unos nuggets es algo padrísimo, como consecuencia de hacer algo bueno. Cuando lo más padre ahora es sentarnos en familia y comer algo que yo preparo, y pueden ser galletas o pasteles, pero hechos en casa, con amor. Y como me cuesta trabajo hacerlos, hay que cuidarlos y no excederse, porque si se acaban todo, de aquí a que vuelva a hacer, jaja. Entonces, ya le piensan si quieren llevar algo de lonche o guardar para el otro día.

Ahhh! Y como siempre, ya me salí del tema. Bueno, el caso es que hace unas semanas vi un post de Jivana: Salud y Sabor, en facebook que hablaba precisamente de su experiencia con los refrigerios en los partidos de su hijo. Hizo una explicaión muy buena de porqué el azúcar y sodio contenidos en lo que se les daba a los niños después del juego no era muy bueno. Y compartió una foto de lo que llevó a su hijo en el siguiente partido. Me gustó la idea de hacer muffins, y que hago unos de manzana con zanahoria. Además llevé unas nueces y cacahuates  con miel y canela, y agua para tomar.

Y al fiiiiiiiin, la receta de los muffins de manzana y zanahoria!!!!!

Ingredientes

  • 2 tazas de harina (puede ser una de harina integral real y una de harina refinada)
  • 2 cditas de polvo para hornear
  • 1/2 cdita de bicarbonato de sodio (ojo, que no se te pase de bicarbonato, porque puede dar un saborcito no muy agradable si agregas de más)
  • 1 pizca de sal
  • 1/2 cdita de nuez moscada (el sabor es un poco fuerte y diferente. Si los preparas por primera vez puedes sustituir la nuez moscada con canela o un chorrito de vainilla para que los niños los acepten mejor ;). Yo no lo cambié y si me hicieron comentarios mis hijos del sabor diferente, pero como quiera se los comieron)
  • 1 manzana, pelada y rallada
  • 1 zanahoria, pelada y rallada
  • 4 cucharadas de miel de abeja
  • 1 huevo grande batido (si no comes huevo, puedes sustituirlo por una cucharada de semillas de chía remojadas por 5 mins. en unas 3 o 4 cucharadas de agua tibia.)
  • 1 taza de leche (de la de tu preferencia, de vaca, de almendras, de nuez, hasta de agua puede ser)
  • 4 cucharadas de azúcar moscabado o la de tu preferencia.

¿Cómo los hice? … Con un poco de prisa, jeje …

En la receta original, tomada de un libro que se llama Cocina Sana para Niños, dice que separes los ingredientes secos de los húmedos en dos bowls, yo no tenía ni bowls, ni tiempo, jaja. Así que revolví primero la zanahoria y la manzana rallada en un bowl, y agregué la miel, el huevo, la leche y el azúcar, lo revolví muy bien. Después, agregué la harina, el polvo para hornear, el bicarbonato de sodio, la nuez moscada y la sal. Revolví un poco los ingredientes secos, y después mezcle todo. Decía que sin mezclar demasiado, para que quedara una masa grumosa. Y así lo hice.

Después, puse la masa en los papelitos para quequitos que mi hija me ayudó a acomodar en la charola de quequitos :). Y al horno, por 20 minutos, a 180 grados C.

5 respuestas a “Muffins de manzana y zanahoria”

  1. Casi no usas royal, veo que usas mas el bicarbonato de sodio, es por algo mal en el royal? Gracias por las recetas, estoy tratando todas para experimentar con mis hijos 🙂

  2. Esta delicioso!! Lo acabo de hacer hoy y a todos nos encantó… La única diferencia fue que lo hice como panqué porque no tengo molde para quequitos y puse canela en ves de nuez moscada..,gracias por compartir tus recetas!! Me encantan!! Saludos!!

Deja un comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: